Esta receta es muy efectiva a pesar de lo simple que parece.
La manzanilla tienen un gran poder insecticida, sobre todo, para
insectos chupadores, gracias a los pricipios activos de las siguientes
sustancias: el bisabobol, el camazuleno o las piretrinas.
Éstas penetran a través de las hojas o el tallo y circulan por la savia
de las plantas. Cuando un insecto chupa la savia para nutrirse, ingiere
dichas sustancias y muere.
El tratamiento se puede repetir al tercer día si vemos que la planta
está muy afectada. Posteriormente, si a la semana siguen apareciendo la
plaga, volveríamos a repetir la operación.
Para el tratamiento preventivo de los árboles se suele aplicar esta mezcla sulfatada antes de que aparezcan las flores.
Este tratamiento es válido para insectos chupadores como: pulgones, cochinilla, mosca blanca, trips, piojo de San José…
Además, esta receta tiene un atractivo añadido y es que si nos sobra un
poco de infusión nos la podemos tomar, siendo muy beneficiosa para
nuestro cuerpo (pero antes se tendría comprobar que no se sea hipertenso
y que no se tenga alergia a alguna de esas sustancias descritas
anteriormente).
El caolín es muy depurativo y la manzanilla tiene propiedades
carminativas y calmantes, depura el hígado y la vesícula, es muy
digestiva, además de ser muy adecuada para las infecciones oculares.
Por último, Si se desea potenciar aún más los efectos de este
insecticida biológico, se puede agregar un puñado de hojas de ortiga
verde durante la infusión de manzanilla.
Ingredientes:
1 litro de agua (para hacer la infusión)
3 litros de agua para sulfatar posteriormente la planta
6 bolsitas de infusión o 6 cucharaditas de manzanilla
1 cucharadita de arcilla blanca (caolín)
Preparación:
Ponemos a hervir en una olla el litro de agua. Cuando haya hervido,
apartamos y añadimos las bolsitas o las cucharadas de infusión. Dejamos
reposar unos 5 minutos. Si lo estamos haciendo con la plantita de la
infusión, colamos. En otro recipiente ponemos los otros 3 litros de agua
y en él disolvemos la infusión que hicimos anteriormente. Seguidamente
le añadimos una cucharada de caolín.
Es recomendable que el caolín no entre en contacto con el metal, por lo
que es mejor usar algún recipiente que no sea de este material. No es de
vital importancia ya que eso no afecta a las propiedades de la
manzanilla, pero es conveniente tenerlo en cuenta. Sin caolín el
insecticida funcionaría muy bien, pero éste ayuda a potenciar el
efecto.
Revolvemos todo muy bien hasta que se disuelva y dejamos enfriar.
Introducimos el líquido en un pulverizador y estará listo para usar.
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